Señor presidente de la mesa del Claustro, compañeros y compañeras claustrales:
Quiero empezar agradeciendo vuestra presencia, así como vuestra hospitalidad en todos los centros que he tenido ocasión de visitar y los que espero visitar los días que restan de campaña electoral. La existencia misma de este debate ya es un triunfo para la democracia y la transparencia en la Universidad de Sevilla.
Me alegra mucho de que el primer tema a debatir sea “Las personas”. A ellas les he dedicado la primera parte de mi programa porque estoy convencida de que son el principal activo de esta universidad.
Dado que estamos en campaña electoral, puede que, vosotros, las personas, esperéis que yo ahora me ponga a enunciar una serie de ofertas para terminar pidiéndoos el voto.
En lugar de eso, voy a hacer justo lo contrario, voy a pediros vuestra colaboración y compromiso con la Universidad de Sevilla porque sólo con ella podremos llegar a ser una gran universidad. En contrapartida ofrezco mi compromiso total y absoluto, al margen de todo interés partidista o personal, con una universidad pública y de calidad que ofrezca a sus alumnos la mejor formación y en la cual el acceso esté determinado única y exclusivamente por el esfuerzo y el mérito, en la que las limitaciones económicas nunca sean una barrera. Esta es la universidad en la que yo creo, por la que trabajo desde hace más de 35 años y en cuya defensa estoy movilizada desde hace más de ocho, con la participación en actos como el de la recogida de firmas en defensa de la universidad pública y de la elección a rector mediante sufragio universal.
Los y las estudiantes habéis formulado por escrito vuestras peticiones en un documento maduro y responsable. Como decís en vuestro preámbulo, estamos en excelentes condiciones para presentar ante el Consejero de Economía y Conocimiento todas las demandas que quedaron pendientes por el abrupto final de su mandato, y exigir su cumplimiento con la máxima firmeza. Además de hacer mías todas las demandas que recogéis en vuestro documento, ofrezco una disposición total a oír vuestras futuras propuestas o quejas mediante las vías que acordemos, y a atenderlas en la medida de lo posible. Esto no es una concesión sino una medida en favor de la Universidad de Sevilla, porque vuestra participación activa es imprescindible para que esta Universidad tenga una gran proyección de futuro.
En relación con vuestro documento estáis cargados de razones en una de vuestras primeras demandas: la evaluación crítica de títulos de grado y máster. Y lo reconozco con gran pesar porque como miembro del personal docente, esta tarea deberíamos haberla hecho nosotros, el profesorado, hace mucho tiempo. Considero que la Universidad de Sevilla ha hecho dejación de sus funciones porque no ha prestado a la docencia, su tarea fundamental, la atención que merecía y ahora nos encontramos con graves problemas de funcionamiento, tales como los encontrados en los másteres habilitantes de Secundaria y Abogacía, que afectan seriamente a vuestra formación y futuro profesional. Solucionar éstas y otras disfunciones, así como trabajar de forma infatigable para que estos problemas no vuelvan a darse, es uno de los objetivos prioritarios de mi mandato.
En una universidad moderna es imprescindible la labor del Personal de Administración y Servicios porque sois los que relacionáis al profesorado con el alumnado y a ambos con la sociedad y con otras Administraciones, a través de los procesos administrativos, de gestión y técnicos que realizáis. Vuestra capacitación y organización es imprescindible para atender a unas demandas crecientes en las áreas de Gestión Académica, Económica y de Investigación. La reducción de la financiación pública que ha acarreado el envejecimiento de la plantilla como consecuencia de las restringidas tasas de reposición, y el impacto de las Tecnologías de la Información y Comunicación sobre los procedimientos de trabajo, han conducido a un escenario complejo para las condiciones profesionales del PAS. Por otro lado, vuestro trabajo a veces resulta difícil, porque se enfrenta a la incomprensión y a las exigencias de alumnos y profesores, generalmente debida a nuestro desconocimiento de lo que es la gestión administrativa. El hecho es que vivimos en una administración garantista de los derechos de los ciudadanos, y como los procesos administrativos han de ejecutarse ajustados a esos derechos, la gestión es compleja y no siempre comprendida por los miembros de los otros colectivos de la Universidad de Sevilla. No obstante, a pesar de estas dificultades, de la heterogeneidad de vuestras funciones y de la variedad de vuestros perfiles laborales, vuestro colectivo se ha ido adaptando a las nuevas necesidades y por ello está en excelentes condiciones para enfrentar los nuevos retos que vuestro trabajo plantea. Además, tenéis un papel fundamental para garantizar una mayor transparencia en el funcionamiento de la universidad. Por ello contáis con todo mi apoyo para atender vuestras demandas.
Por último me dirijo a mis compañeros, los profesores. Me resulta difícil imaginar una profesión mejor que la de profesora universitaria, porque dedicarse a enseñar la materia que una ha elegido a jóvenes en la mejor edad es una de las tareas más gratificantes. Pero este escenario idílico se complicó con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), realizado a coste cero y sin contar con nuestra opinión, que deterioró la calidad de la docencia y estranguló la carrera investigadora de los profesores más jóvenes. A todos estos problemas se han venido a sumar los acarreados por la crisis, que en los últimos años ha motivado un envejecimiento de la plantilla, así como su continua reducción y precarización debidas a una tasa de reposición negativa y a la limitación de recursos dedicados a los planes de estabilización y promoción.
Pero no son estas las únicas reclamaciones y quejas del profesorado y de los responsables académicos. Soy plenamente conocedora de que, por ejemplo, los profesores de ciencias sociales reclaman una mayor dotación de profesorado para mejorar la ratio alumno/profesor, los de la Escuela de Arquitectura la elaboración de un plan General de Infraestructuras, los de la Escuela Superior de Ingeniería Informática el desarrollo de herramientas informáticas a partir de plataformas de software libre, los de la facultad de medicina una mayor firmeza frente al SAS a la hora de organizar la docencia impartida por esa facultad, los de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación una reorientación de los grados y másteres impartidos dado el drástico cambio en la demanda social de esta materia. Por otro lado, el plan de sostenibilidad propuesto por la oficina del mismo nombre de esta universidad, sigue esperando en un cajón para ser aprobado y puesto en práctica, y la demanda de edificios dignos por parte de los profesores y alumnos de la Escuela Politécnica Superior y los de la de Ingeniería Agronómica también siguen esperando ser atendidas, como los de las de las facultades de humanidades, que reclaman no ser relegadas a un papel secundario; aunque no puedo ser exhaustiva no puedo dejar de mencionar las dificultades en la gestión de los presupuestos de investigación que encuentran los investigadores de la Universidad de Sevilla.
Como no podía ser de otra forma, hago mías todas estas demandas, así como las que me planteen los profesores de los centros que espero visitar en breve, porque sois los que mejor conocéis las carencias de esta casa y los más capacitados para aportar las mejores soluciones.
Aparte de estas peticiones, cuyo objetivo es la mejora del funcionamiento de la US, resumo las demandas del profesorado a tres.
1. Una mayor dotación de profesorado para poder atender mejor las tareas docentes, de investigación y de gestión,
2. La estabilidad de la plantilla y la lucha contra la precarización.
3. El reconocimiento de los méritos para facilitar su promoción.
Es de justicia atender estas peticiones, por lo que pondré todo mi empeño en hacerlas efectivas mediante las líneas de actuación que resumo en mi programa y otras que sean implementadas con vuestra colaboración.
Estudiantes, miembros del personal de administración y servicios, profesores y profesoras, espero contar con vuestra confianza para solucionar todos los apasionantes e ineludibles problemas que la universidad de Sevilla tiene planteados.